Pero,
a ti ¿Quién te ha enseñado a sonreír? que cada vez que miro tu cara se ilumina
y mi alma se desploma, se arruga, se empequeñece. Me siento como un pequeño
mono de feria que reproduce gestos y caricias que me enseñaron en la jaula de este
zoo de las apariencias.
¡Qué
luz y que verdad! ¡Que sueño tan real! Tu sonrisa, tu mirada, mi mirada
aturdida, emocionada. Derrumbe de los cascotes del edificio de la mentira, tan
ancestral como la inmanencia de la vida.
¿De
dónde vienes? ¿Qué verdad encierra tu sonrisa? ¿De dónde nace esta sabiduría
sin palabras? Cuéntame, cual es “la esencia de la existencia”. Ayúdame a
reflexionar sobre la situación espiritual del hombre, del verdadero objetivo,
de la esencia de la vida. Estoy
preparado, soy un ateo religioso y espero el silencio del Buddha. Pero esto no
tiene nada que ver con la religión ni con
cualquier tipo de dogmas. ¿Por qué nos contaminamos con el paso del tiempo? El
contagio es la sordera y la ceguera ¿Será el velo del olvido?
Tengo
que bucear en tus ojos azules, en ese mar de la esperanza, ahí está el secreto
tan codiciado de la felicidad y que tantos y tantos hombres hemos despreciado a
lo largo de los tiempos. No hay que rebuscar palabras para redimir la
experiencia. El Buddha está en silencio, es el silencio del Buddha. Tan simple
y tan complicado como esto ¿Es tan difícil de entender?
Desde
que eras una pequeña cápsula de 21 milímetros ya guardabas el código del genoma
de la vida. Este es tu mensaje para que todos los que estamos a tu alrededor
seamos felices a tu lado. Cuanto tiempo tiene que pasar para que el mayor
descubrimiento de la ciencia se desvele a los ojos ofuscados de la frustración
y la avaricia. Caminamos muy acelerados, una reducción de la marcha nos vendría
muy bien, pero ¡Hay que hacerlo ahora! No podemos esperar mucho tiempo.
Cada
pulso, cada paso, cada inhalación de oxígeno son el reloj del tiempo, un tiempo
que camina en el espacio, en el nuestro, no en el del pasado, tampoco el del
futuro que aún no existe y que nadie nos garantiza que vaya a llegar. Cada segundo de la vida es el
milagro, hay que vivirlo, aprovecharlo intensamente, silenciosamente,
observando unas cuencas, no vacías, sino llenas de vida. ¡Este es tu secreto!
Lo he comprendido, me ha costado muchos años, casi tantos como vivir una vida
para comprenderlo, pero, ¡Al fin, lo he entendido! Ha valido la pena esperar
tanto tiempo.
Tu
mirada en silencio me revuelve por
dentro, sobran las palabras. Tampoco ayuda la reflexión y sí la sensación del
gozo de vivir, simplemente de sentirte vivo y en conexión con la fuerza de la
vida que nos rodea. Esta es una Energía Global que te atraviesa y te calma, te
ayuda y te consuela. Solo tenemos que “Sentir”, con todos nuestros sentidos
despiertos y atentos. Esta es una experiencia única que solo existe aquí, ahora
mismo.
Y
en este momento que ya no estoy, te escribo para que recuerdes que el pasado no
existe, solo vivo en tu pensamiento que es una forma de vivir en tu presente.
Levanta tus ojos azules y mira a otros ojos que despierten en ti las
sensaciones que tú provocaste en mí. Somos afortunados, hay que vivir la
experiencia con alegría, piensa que eres un ser único, agraciado y que estamos
en este mundo para ser felices ¡La felicidad está dentro de ti! Disfruta y goza
con pasión, esta es la esencia de la existencia, es una experiencia única que
solo existe aquí, ahora mismo ¡Vale la pena!